FIESTA DE TODOS LOS SANTOS
Este domingo celebramos la hermosa fiesta de todos los santos; sentimos que por el hecho de ser festiva mientras que el día de los difuntos no lo es, el pueblo cristiano celebra a sus difuntos en este día y los santos se quedan sin fiesta…Es cierto que son realidades íntimamente unidas, pues los difuntos por los que oramos serán parte de la asamblea de los santos, pero también el Viernes Santo está en íntima relación con el Domingo de Pascua, sin embargo ¡no los celebramos con el mismo talante!.
El día de los santos es una fiesta exultante de gozo pascual, pues se trata de alegrarnos con nuestros hermanos que ya gozan de Dios, que nos esperan e interceden por nosotros. Allí ya no hay «llanto ni luto ni dolor»; Dios les ha enjugado para siempre todas las lágrimas. Seguro que entre ellos tenemos muchos familiares y amigos que saldrán a recibirnos cuando lleguemos. Nos vamos a sentir en casa.
Santa Teresita nos ofrece un pasaje en que nos cuenta esa intercesión de los santos muy simpático:
«Es indecible lo que sufría con los escrúpulos de conciencia, no pudiendo confiarme a nadie, acudí al cielo. Me dirigí a los cuatro angelitos que me habían precedido allá arriba, pues pensaba que habrían de tener compasión de su pobre hermanita que sufría en la tierra.
Les hablé con la sencillez de una niña, haciéndoles notar que siendo yo la última de la familia, había sido siempre la más amada, la más colmada de cariño por parte de mis hermanas, y que si ellos hubieran permanecido en la tierra, también me habrían dado, ciertamente, pruebas de este cariño; su ida al cielo no me parecía razón suficiente para olvidarse de mí; al contrario, hallándose en situación de poder disponer de los tesoros divinos, debían coger de ellos LA PAZ para mí, ¡y mostrarme con eso que también en el cielo se sabe amar!. La respuesta no se hizo esperar. Pronto la paz inundó mi alma y comprendí que era amada en el cielo. Desde aquel momento creció mi devoción hacia mis hermanitos y hoy gusto de conversar a menudo con ellos de mi deseo de ir pronto a reunirme en la patria con ellos»
Hermanas Carmelitas
