PIDIENDO QUE HAGÁIS UNA ORACIÓN POR EL.
Cuando esto escribimos, nos acaban de dar la noticia del fallecimiento del hermano amigoniano Jose Antonio. Un cáncer galopante se lo ha llevado en muy poco tiempo. Lo hemos sentido. Una persona entrañable, dedicada enteramente a alegrar la vida de los demás. Casi no había día que no tuviera algún detalle con nosotras. Era «el hermano», no hacía falta nombrarlo. Cada día compartía la Eucaristía con nosotras y se siente la ausencia.
Nosotras queremos agradecerle todo el afecto que nos ha demostrado rogando para que el Señor le reciba cuanto antes en su gloria, si es que no lo ha hecho ya, y pidiéndoos que hagáis una oración por él.
Santa Teresa tuvo numerosas visiones de almas del purgatorio. Ahora que estamos en Cuaresma nos parece oportuno lo que nos cuenta respecto a su hermana mayor:
«Habíendose muerto mi cuñado súbitamente, y estando yo con mucha pena por no haberse confesado, se me dijo en la oración que había así de morir mi hermana, que procurase se dispusiese para ello. Ella estaba en una aldea, y como fui sin decirle nada, le fui dando la luz que pude en todas las cosas y hice se confesase muy a menudo y en todo trajese cuenta con su alma. Ella era muy buena y lo hizo así.
Después de cuatro o cinco años que tenía esta costumbre, y muy buena cuenta con su conciencia, se murió sin verla nadie ni poderse confesar. Fue el bien que, como lo acostumbraba, no había más de ocho días que estaba confesada. A mí me dio gran alegría cuando supe su muerte. Estuvo muy poco en el purgatorio; serían como ocho días cuando, acabando de comulgar, me apareció el Señor y quiso viese como la llevaba a la gloria.»
Hermanas Carmelitas