Editorial

Misión “Resucitar”

Después de la vivencia de la Pascua, durante estas semanas, la Iglesia nos ofrece 50 días para interiorizar, para tomar conciencia en nuestra vida cristiana y espiritual de la presencia de Cristo resucitado. Es esencial en la fe de un cristiano la experiencia del encuentro con el Señor vivo, que nos invita a vivir según el Evangelio, y nos conduce a la vida en plenitud. Por ello, en estos días sería un buen propósito que cada jornada, con la oración y la participación (aunque sea ocasional) en la eucaristía de cada día, nuestro ser se enriquezca y se alimente de la comunión con Jesús resucitado.

Sin embargo, no podemos reducir a una experiencia personal (que es esencial y necesaria) la vivencia de la Pascua. Por ello, creo necesario que nos hagamos como comunidad una propuesta firme, que en nosotros vaya creciendo un deseo de hacer renacer, resucitar nuestra comunidad cristiana. Es cierto que la crisis del Covid19 nos ha arrastrado, junto con muchas cosas de nuestro alrededor, a un tiempo de disolución o relajación, debido a las restricciones y al miedo que en mayor o menor medida nos ha paralizado a todos.

A pesar de todo, quizás esta pascua podamos aprovecharla para rearmar nuestra parroquia, para que se reactiven los grupos, para que el Señor resucitado nos llene de alegría, de ilusión y de ganas para seguir trabajando en el anuncio de esta buena noticia, que da sentido a la vida de los cristianos y a la vida de la Iglesia.

Por tanto, preguntémonos ¿qué debemos hacer para resucitar nuestra parroquia? ¿cómo podemos devolverle la vida y la vitalidad a esta gran familia de cristianos que no pasa por su mejor momento? Es muy importante que para ello nos desgastemos en la oración, en la escucha de la palabra, en la vivencia de los Sacramentos, pues es Dios quien nos va a inspirar esta respuesta; nosotros mismos no acertaremos por casualidad, y no podemos permitirnos ir dando palos de ciego.

Este me gustaría que fuese el trasfondo de la vida de la parroquia durante esta Pascua… Tenemos una misión común, tenemos una parroquia que revitalizar, una Iglesia que necesita despertar y salir al encuentro del mundo para llevar a cabo su anuncio, para manifestar su alegría, para mostrar el rostro de Dios que escucha, comprende, acompaña, sana y devuelve la esperanza a quienes la han perdido.

Misión “Resucitar”, es un buen título para el viaje de esta cincuentena pascual, para estos días tan bonitos en los que el Señor nos da la oportunidad de encontrarnos con él y seguir sus pasos, de escuchar su Palabra y manifestar el gozo del encuentro con quien ha venido a salvarnos. Una misión que culminará con la acogida de un considerable número de jóvenes que recibirán el sacramento de la confirmación al final de esta Pascua. Ellos vienen a tomar el relevo, a seguir con nuestro anuncio. Pero necesitan de nuestro testimonio, de nuestro ejemplo ¿Seremos capaces de dárselo?

Quique, vuestro Cura

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