Santa Teresa y sus Oraciones llamadas exclamaciones.
Santa Teresa además de sus grandes obras : la vida, Camino de perfección, las moradas, tiene una serie de oraciones, las llamamos exclamaciones, llenas de unción y fervor que escribía después de comulgar. Por ejemplo, ésta dirigida a los santos que ya gozan de Dios
«¡Oh almas que ya gozáis sin temor de vuestro gozo y estáis siempre embebidas en alabanzas de mi Dios! Venturosa fue vuestra suerte. ¡Qué gran razón tenéis de ocuparos siempre en estas alabanzas y qué envidia os tiene mi alma, que estáis ya libres del dolor que dan las ofensas tan grandes que en estos desventurados tiempos se hacen a mi Dios!. ¡Oh bienaventuradas ánimas celestiales!; ayudad a nuestra miseria y sednos intercesores ante la divina misericordia para que nos dé algo de vuestro gozo y reparta con nosotras de ese claro conocimiento que tenéis.
Dadnos, Dios mío, Vos a entender qué es lo que se da a los que pelean varonilmente en este sueño de esta miserable vida. Alcanzadnos, ¡oh ánimas amadoras! a entender el gozo que os da ver la eternidad de vuestros gozos y cómo es cosa tan deleitosa ver cierto que no se han de acabar. ¡Oh desventurados de nosotros, Señor mío!, que bien lo sabemos y creemos, sino que con la costumbre tan grande de no considerar estas verdades, son tan extrañas ya de las almas, que ni las conocen ni las quieren conocer.
¡Oh ánimas bienaventuradas, que tan bien os supisteis aprovechar y comprar heredad tan deleitosa y permaneciente con este precioso precio de la vida y muerte de Nuestro Señor! Ayudadnos, pues estáis tan cerca de la fuente, coged agua para los que acá perecemos de sed.»
En esta novena de San Vicente nos lo podemos imaginar sentado a nuestro lado, y como a un hermano cercano y querido decirle estas palabras, pues él vive porque Jesús Resucitado ha vencido a la muerte y es Señor de la Vida.
Hermanas Carmelitas