Este domingo de la Santísima Trinidad se celebra el día «Pro orántibus», o sea por los llamados a la vida contemplativa.
¿Qué es la vida contemplativa? Emplearemos las palabras del Papa Francisco:
«La vida contemplativa es una historia de amor apasionado por el Señor y por la humanidad; esta historia se despliega, día tras día, a través de la apasionada búsqueda del rostro de Dios, en la relación íntima con él; este amor incondicional es su elemento específico y característico. El contemplativo es la persona centrada en Dios, es aquel para quien Dios es el único necesario, ante el cual todo cobra su verdadero sentido, porque se mira con nuevos ojos. La persona contemplativa comprende la importancia de las cosas, pero estas no roban su corazón ni bloquean su mente, por el contrario son una escalera para llegar a Dios.»
Esto es lo que tratamos de vivir los contemplativos, es tarea de toda la vida, porque nunca acaba de morir enteramente el amor propio que se opone y frena esa búsqueda del Rostro de Dios. Pero es una tarea apasionante, porque se va descubriendo el apasionado amor que El nos tiene, y va creciendo el deseo de nuevas búsquedas que traen encuentros más profundos.
Todos los bautizados están llamados a la contemplación, aunque sólo algunos recibamos una vocación especial para vivir esta dimensión cristiana de una manera radical. Por eso esta jornada creo que debe tener una doble dimensión. Por una parte, orar por los contemplativos de «profesión», para que seamos cada vez más fieles a lo que implica esta llamada, para la gloria de Dios y el bien de su Iglesia; y por otra parte es una buena ocasión para que vosotros os planteeis cómo vivís la dimensión contemplativa en vuestra vida cristiana : esa búsqueda del Rostro de Dios, esa intimidad con Cristo…conformarse con ser «una buena persona» que procura ayudar a los demás, es bastante pobrecito, esto muchos no creyentes también lo hacen.
CONTAMOS CON VUESTRA ORACIÓN. ¡¡¡GRACIAS!!!
Hermanas Carmelitas
