¡¡¡ESTAMOS DE FIESTA GRANDE!!!
Sí, este sábado la comunidad parroquial está de fiesta grande con la primera Misa de Catalín. Hace ya muchos años que no teníamos esta oportunidad de agradecer a Dios el don inmenso de un nuevo sacerdote en su Iglesia perteneciente a esta Parroquia.
¡ENHORABUENA, CATALÍN!, ya, sean cuales sean tus distintos destinos, siempre permanecerás ligado a esta tu Parroquia de origen, y para sus feligreses ocuparás un lugar en su corazón.
Conociendo a esta comunidad, seguro que se volcarán en gestos y detalles de aprecio y cariño. Nosotras les proponemos que además de los presentes materiales, te hagamos otro que no te ocupará lugar en la maleta; la oración no sólo en este día, sino todos; puede ser algo tan sencillo como nombrarte en el corazón en el momento que en la Eucaristía pedimos por el Papa, Obispos y sacerdotes.
Santa Teresa nos encomendó mucho rogar por ellos: «Podrá ser que digáis que para qué os encarezco tanto esto, y digo hemos de ayudar a los que son mejores que nosotras. Yo os lo diré. Ellos han de vivir entre los hombres y tratar con los hombres, y aun hacerse algunas veces con ellos en lo exterior. ¿Pensáis que es menester poco para tratar con el mundo y vivir en el mundo, y tratar negocios del mundo, y hacerse a la conversación del mundo, y ser en lo interior extraños del mundo, y estar como quien está en destierro, y, en fin, no ser hombres sino ángeles? Porque a no ser así no merecen nombre de capitanes y harán más daño que provecho; porque no es ahora tiempo de ver imperfecciones en los que han de enseñar.»
Bueno, pues pidamos hoy esto para nuestro querido Catalín, que nunca jamás sea un cura mundano, sino un hombre de espíritu, enamorado de Cristo y su Iglesia. Siguiendo el lenguaje de la Santa un verdadero…¡no «angelito», sino «angelote»!
Hermanas Carmelitas