LA GRAN FIESTA DE LA INMACULADA
Esta semana celebramos la gran fiesta de la Inmaculada. Como el Padre y su Hijo ya se habían «puesto de acuerdo» en el estremecedor asunto de la Encarnación, ahora el Padre tenía que preparar cuidadosamente a la que sería Madre de su Hijo. Son Misterios tan grandes y profundos que las palabras se quedan cortas y el lenguaje más apropiado para expresarlas es el de la poesía:
Buscó entre nieve virgen la pureza
y no le pareció bastante pura,
buscó en el sol la luz y la belleza
y no le satisfizo su hermosura.
Robó del mar la perla más preciosa,
mandó tallar a un ángel un brillante
y aún le parecía muy poca cosa,
pues para Madre suya ¡qué hay bastante!
Inmenso contempló desde una estrella
la insólita grandeza del abismo
y no quiso ver más pues para Ella
pequeño parecióle el cielo mismo.
Entonces fue sacando de su seno
tesoros de belleza no creada
y con todo lo más grande y lo más bueno
la hizo, como El, INMACULADA.
Hermanas Carmelitas