Editorial

Pare Sant Vicent Ferrer!

El fin de la octava de Pascua esta marcado en toda la geografía valenciana por la primera de las Solemnidades de carácter diocesano, la del Predicador y Santo universal valenciano Vicente Ferrer; fiesta a la que se suma la comunidad cristiana de Villar del Arzobispo, cuya historia está marcada según cuentan las tradiciones del lugar por la presencia de este eminente fraile dominico, que con su elocuente predicación y sus acciones milagrosas recorrió muchos pueblos y ciudades de nuestra geografía.

Villar, siendo afortunada por la visita de San Vicente Ferrer, ha ido transmitiendo generación tras generación una entrañable devoción hacia este valenciano universal, a quien nuestros antepasados le dedicaron una preciosa Ermita, hasta la que todo el pueblo peregrina en el día de la fiesta. Junto a esta celebración, una recogida y tradicional novena nos acerca cada día a la figura de este cristiano ejemplar.

San Vicente es conocido en primer lugar por su verbo fácil, sus predicaciones convincentes y su don de palabra para llamar a los hombres de su tiempo a una verdadera conversión del creyente. Hoy quizás las palabras de San Vicente busquen suscitar en nosotros algunas preguntas sustanciales para convertirnos en cristianos auténticos que con su Palabra ayuden a muchos hermanos a convertirse de corazón y hacer del Evangelio la buena nueva que guíe sus vidas.

No obstante, San Vicente es célebre por su intercesión ante los problemas, sufrimientos y desdichas del pueblo cristiano. Sus milagros son signos de su sensibilidad ante las necesidades de los más necesitados. El milagro de la fuente que hizo brotar agua para los habitantes del Villar que así se lo pidieron, es también una oportunidad para que reflexionemos sobre aquello que necesitamos por intercesión de este apóstol de la fe de nuestras tierras.

Pero, sobre todo, de San Vicente nos asombra y nos admira su santidad, su entrega total a la vida de la Iglesia y a la voluntad de Dios. Para San Vicente la santidad no fue una opción, sino el objetivo de su vida. Como religioso, sacerdote, predicador, mediador en los conflictos, consejero de los hombres poderosos de su tiempo, siempre tuvo el Evangelio como hoja de ruta y la voluntad de Dios como principal compromiso con el mundo, la Iglesia y los hermanos.

Que celebrar a San Vicente nos ayude a vivir mejor y con más perfección nuestra fe. Que nuestras palabras, acciones y objetivos se puedan empapar del Evangelio de Cristo resucitado, como supo hacerlo de forma única el Pare Sant Vicent Ferrrer!

Feliz Fiesta

Quique, vuestro párroco.

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