Editorial

¡NUEVO CURSO A LA VISTA!

Y casi sin darnos cuenta el verano, las fiestas patronales, las vacaciones… y todo lo que esperábamos ansiosamente para descansar y reponernos ha pasado y estamos de nuevo a las puertas de un nuevo curso.

Un curso que se prevé intenso y cargado de celebraciones especiales al entrar en el primero de los tres años preparatorios al 450 aniversario de la comunidad cristiana de Villar del Arzobispo. Un curso de poner la mirada en el pasado y dar gracias, un curso para agradecer lo recibido, ponerlo en valor y legarlo a las generaciones del futuro. Un curso para recordar, admirarnos de la fe que hemos recibido y dar gracias a Dios por lo que tantos antepasados nuestros han caminado como Iglesia antes de que nosotros llegásemos donde estamos.

Pero esta mirada al pasado es también un empuje y una preparación formativa para el futuro. Por ello, el curso sigue estando jalonado de las acciones evangelizadoras de las que se nutre y para las que trabaja toda la comunidad cristiana. La catequesis de comunión y confirmación, los grupos de formación, el camino de vida ascendente, y tantos grupos de trabajo humano que en comunión trabajan para ofrecer a nuestro pueblo una experiencia de fe y encuentro con Dios.

Es por ello que desde la hoja parroquial quisiera convocar a todos los miembros de la comunidad parroquial a que nos reunamos para abrir juntos este nuevo curso pastoral el próximo domingo 2 de octubre a las 12:30 h. Lo haremos juntos, celebrando la Eucaristía, nuestra acción de gracias a Dios por la fe y por todo lo que nos permite vivir en el camino cristiano. Una Eucaristía en la que recibiremos a los nuevos niños que se incorporan al itinerario formativo en la catequesis, y en la que un pequeño, Jesús, será asociado a los Hijos de Dios por el sacramento del bautismo.

Sería bueno que busquemos una excusa para estar, participar, reunirnos y sentirnos parte de esta comunidad cristiana con raíces, con historia y con características propias que la hacen única como presencia de la Iglesia en Villar del Arzobispo. La excusa es compartir, celebrar la fe, vivir el amor de Dios, anunciar al mundo la alegría de Cristo resucitado. Quizás nos parezca poco para sacrificar la mañana del Domingo, pero es lo único que la fe nos ofrece. Tan sencillo y tan esencial, tan básico y al mismo tiempo tan necesario para dar una vuelta a la vida y configurarla con la de Cristo Jesús.

Que el Señor nos acompañe en este nuevo curso y nos bendiga con abundancia de frutos pastorales “ad maiorem Dei Gloriam” (para mayor Gloria de Dios).

¡Feliz curso a todos!

Quique, vuestro cura.

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