SANTA TERESITA DEL NIÑO JESÚS, DOCTORA DE LA IGLESIA Y PATRONA DE LAS MISIONES, ES UNA INCOMPARABLE MAESTRA DE LA VERDADERA EVANGELIZACIÓN.
Hija de Santa Teresa de Jesús, Teresita vive la oración personal como un verdadero «Corazón de Jesús» descubriendo al mismo tiempo la profundidad del Corazón de Jesús y de su propio corazón, comparándolo con una lira. Así escribe en uno de sus poemas: «Haces vibrar las cuerdas de tu lira, y esta lira, oh Jesús, es mi corazón». Es un instrumento musical de cuatro cuerdas, como el violín .Estos cuatro hilos del corazón son las relaciones fundamentales de todo corazón humano, presente de una manera nueva y maravillosa en el Corazón de Jesús. En efecto, el Hijo eterno del Padre se ha convertido verdaderamente en nuestro hermano, hijo de María y Esposo de la Iglesia.
En Teresita como en Santa Teresa de Jesús y Juan de la Cruz la cuerda esponsal se encuentra, en primer lugar, en gran símbolo del matrimonio espiritual para significar la unión de amor entre Dios y el hombre en Cristo Jesús. Teresita aparece como una mujer plenamente feliz, porque se realiza plenamente en su feminidad como «esposa de Jesús y madre de las almas». Hija del Padre y de María con plena confianza y hermana universal de todos los hombres cristianos y no cristianos, porque todos son creados, amados y salvados en Cristo Jesús.
Teresita experimenta constantemente el amor de Jesús por ella y por todos, por cada ser humano como si fuera único en el mundo. Su experiencia más personal está siempre abierta a la totalidad de la Iglesia y del mundo, en el cielo como en la tierra, en todos los lugares y en todos los tiempos la salvación es para todos. Así Teresita descubre su vocación en la Iglesia. Dice: Mi vocación es el amor…En el corazón de la Iglesia mi Madre seré el Amor, y así seré todo» Su pleno descubrimiento de la infinita misericordia de Jesús abre su corazón a una esperanza ilimitada de la salvación eterna de los más pecadores (De la historia de un alma)