DÉJATE AMAR – Carta de Isabel de la Trinidad a la Madre Gemana Priora
Este tratadito – Déjate amar- es una especie de carta-de testamento que sor Isabel, escribió para su priora, la madre Germana, durante los últimos días de su vida. Lo hizo lentamente, conforme se lo permitía su debilidad física. Por expreso deseo de Sor Isabel, la madre Germana tenía que leerla ante su féretro. Se diría que es una carta solemne, escrita por alguien que es profundamente consciente de que la está escribiendo en un momento sumamente grave.
» Madre querida, mi sacerdote santo:
cuando lea estas lanías, su pequeña Alabanza de gloria ya no cantará en esta tierra, sino que vivirá en el inmenso Hogar del amor. Usted podrá creerla y escucharla como si fuese el portador el portavoz de Dios. Madre querida, yo quisiera decirle todo lo que usted ha sido para mí. Pero la hora es tan grave, tan solemne, que no quiero perder el tiempo diciéndole cosas que creo que las empequeñecería si quisiera expresarla en palabras.
…»El Señor la ama enormemente. La ama con aquel amor de predilección que el Maestro tuvo aquí en la tierra algunas personas que las llevó tan alto. Él no le dice como a Pedro: ¿me amas más que estos? (Jn21, 15) Madre escuche lo que a usted le dice: ¡Déjate arma más que éstos! Es decir, sin temer que algún obstáculo pueda ser obstáculo para ello, pues yo soy libre de derramar mi amor sobre quien me plazca.
Déjate amar más que éstos: ésta es su vocación. Siendo fiel a ella, me harás feliz, pues así ensalzarás el poder de mi amor. Y ese amor podrá rehacer lo que tú hayas deshecho. » Déjate amar más que estos»
…Madre querida, que su vida trascurra también en el cielo, donde yo cantaré en nombre suyo el Sanctus eterno. Madre, déjese amar más que éstos. Así quiere su Maestro que usted sea alabanza de gloria. Él se legra de poder construir en usted mediante su amor para su gloria. Usted nunca será una del montón si vive alerta al Amor. Y en las horas en que lo único que sienta sea abatimiento y cansancio, aún le seguirá agradando si permanece fiel en creer que Él sigue actuando, que Él la ama a pesar de todo e incluso más porque su amor es libre y así es como quiere ser ensalzado en usted., y entonces usted se dejará amar más que estos.
El mensaje de Isabel vale para todos: lo que importa no es si TÚ amas a Jesús, sino si te dejas amar por ÉL; en amor, el protagonista no eres tú, sino Jesús. Déjate amar, déjate amar, déjate amar por Jesús. Isabel con letras gruesas escribió: DÉJA AMAR Dios nunca deja de amarnos, y nos ama menormente.
Y sus últimas palabras: ¡O amor! ¿Tú sabes cuanto te amo, cuanto deseo complacerte! Tú sabes también cuánto sufro… Sin embargo, si tú quieres, estoy dispuesta a 30 ó 40 años todavía. Agota toda mi sustancia para tu gloria. Que ella se destile, gota a gota, ¡para bien de tu Iglesia!
ME VOY A LA LUZ, AL AMOR A LA VIDA!