Editorial

DIOS CONFIÓ EN EL

La celebración del Día del Padre constituye un evento internacional cuyo origen parece que se remonta a 1909 en Estados Unidos, iniciándose en España el 19 de marzo de 1948.

No es casual que el Día del Padre se celebre en la festividad de san José, modelo de esposo y padre para los cristianos, y también obrero trabajando para su familia en el marco de la comunidad. En los Evangelios Canónicos, solo aparece su figura en los Evangelios de Mateo y Lucas, debido a la cronología temporal utilizada en el relato evangélico. Ambos evangelios dedican una parte sustancial de la infancia de Jesús a relatar el papel esencial de José con María y el marco de la Sagrada Familia. En los dos Evangelios donde figura la presencia de san José es siempre en relación con los tiempos anteriores a la vida pública del Hijo de Dios. San José tiene un papel esencial, comprendiendo su labor y cuidando a la Virgen María y al Niño Jesús, como un buen padre. Quizás su desaparición del relato evangélico posterior a la infancia de Jesús tiene que ver con su muerte. Según algunos investigadores san José, debió morir a los 50 años antes de que comenzara la vida pública de Jesús. Entre los Evangelios Apócrifos, la figura de José aparece en los denominados Evangelios de la Natividad de Jesús y los Evangelios de la Infancia de Jesús. Tomando el relato evangélico de Mateo y Lucas, José es muy importante, primero en su relación con María y luego en el marco de la Sagrada Familia. José es el artífice de la migración forzada de la Sagrada Familia a Egipto, sufriendo persecución como sufren muchas familias hoy en muchas partes del mundo por las injustas guerras que genera la ambición humana. La sagrada Familia entre los emigrantes, perseguidos y exilados del mundo.

Durante muchos años, José fue el maestro de Jesús, como lo son los padres hoy de sus hijos. La sociedad debe favorecer esta labor de los padres hacia los hijos, cuestión que no parece debida a la sobrecarga de trabajo para poder llevar adelante sus familias, o peor, la ausencia de trabajo. Las condiciones materiales de la sociedad favorecen, o no, la labor de los padres, la vida de las familias. La transformación de la sociedad a un modelo más justo es hoy imprescindible ante las desigualdades existentes. Los cristianos debemos colaborar para ello, cada uno desde donde esté, ya que el modelo de vida que seguimos es el modelo evangélico, impregnado del amor que José dedicó a María y a Jesús.

Felicidades a todos los padres y también a todos los que llevan el nombre de José, figura esencial de la Sagrada Familia. Deseo en esta festividad de san José felicitar a la familia carmelitana por la significación que tiene este día para ellos.

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