SAN JOSÉ EN LA VIDA DE SANTA TERESA DE JESÚS
Si hay una santa que ha resaltado en su vida y en la de la Iglesia la figura de San José esta ha sido Santa Teresa de Jesús. Ella estaba convencida de que era un gran intercesor. Pensaba que, al ser el padre de Jesús en la tierra, también lo tendría que obedecer en el cielo. Por tanto ella dice que quisiera persuadir a todos para que fuesen devotos de este gran Santo. Según ella, cualquier cosa que le pedía a san José la tenía concedida o si la petición iba torcida él la enderezaba para bien dela persona. Y dice que quien no lo crea que lo pruebe y verá que es verdad ( Vida, 6 )
Para elle es sobre todo maestro de oración. Quien quiera aprender a orar debe fijarse en es te Santo. Y siente que nos enseña tres cosas importantes: el silencio, la humildad y la capacidad de contemplar.
El silencio de José es una apertura a la acción de Dios en su vida, una disponibilidad para escuchar la oz de Dios y ponerla por obra, un silencio de corazón que tiene el que confía en que Dios sostiene su vida,
La humildad de José es la capacidad de saber estar en lo oculto. No ir más allá de lo que Dios pide. Tomar conciencia de que, en lo escondido, en el servicio atento y amoroso, que es casi imperceptible a los ojos humanos se da el germen de una santidad que no brilla, pero que es preciosa y auténtica a los ojos de Dios. Posiblemente a la santidad a la mayoría estamos llamado.
Señor Jesús, enséñanos a amar a tu padre, a san José, como Tú lo amaste. Que podamos sentir su cuidado y protección en todos los pasos de nuestra vida. Le pedimos a san José, maestro de oración, que nos ayude a orar, a silenciar nuestro corazón, a ser humildes de corazón, a contemplar.
Hermanas Carmelitas