Editorial

El Santo Rosario: Un Tesoro de Gracia y Paz

El próximo 7 de octubre celebramos con júbilo en toda la Iglesia Universal la fiesta de Nuestra Señora del Rosario. Fiesta que nos invita a renovar nuestra devoción a la Santísima Virgen y a profundizar en el significado de este hermoso rezo, que ha sido un tesoro espiritual para la Iglesia a lo largo de los siglos.

Aunque las raíces del Rosario se remontan a tiempos antiguos, fue Santo Domingo de Guzmán quien, inspirado por la Virgen María, lo difundió como una poderosa arma espiritual contra las herejías de su tiempo. La tradición cuenta que la misma Virgen le enseñó a rezar este rosario, prometiendo grandes gracias a quienes lo recitaran con fe y devoción.

Desde sus inicios, el Rosario se convirtió en una oración especialmente querida por el pueblo fiel. Su sencillez y repetición lo hacían accesible a todos, sin importar su nivel de instrucción. A través de la contemplación de los misterios de la vida de Cristo y de María, los fieles encontraban un camino seguro hacia Dios y un consuelo en medio de las pruebas de la vida.

Como afirma el Catecismo de la Iglesia Católica, «El Rosario es una oración cristocéntrica, pues todos sus misterios tienen por centro a Cristo. Pero es también mariológica, porque es María quien nos los hace contemplar».

El rezo del Santo Rosario nos abre un caudal de gracias espirituales. Al meditar en los misterios gozosos, luminosos, dolorosos y gloriosos, nos unimos a la vida de Cristo y de María, y experimentamos una profunda transformación interior.

El Papa San Juan Pablo II, en su Carta Apostólica Rosarium Virginis Mariae, afirma que «el Rosario es una escuela de oración cristiana» y que «quien lo reza con fe experimenta una profunda alegría interior y un renovado fervor apostólico».

Además, la Iglesia nos asegura que el rezo del Rosario nos obtiene indulgencias plenarias bajo determinadas condiciones, es decir, la remisión de las penas temporales debidas al pecado.

En estos tiempos, marcados por la incertidumbre y la confusión, el Rosario se revela como un faro de esperanza. Al encomendarnos a la protección de nuestra Madre del Cielo, experimentamos una profunda paz interior y un renovado sentido de propósito.

Hermanos, os invito a redescubrir la belleza del Rosario y a incorporarlo a nuestra vida diaria. Durante todo el mes de octubre, vamos a tener bien cerca la imagen de nuestra madre bajo la invocación de la Virgen del Rosario.

Además, también durante este mes de octubre, de un modo especial, cada sábado, a las 18:30h estamos convocados toda la comunidad para rezar el Santo Rosario. Quedará grabado con nuestras voces y podremos tenerlo siempre accesible en el canal de Youtube de nuestra Parroquia, para que allá donde estemos, siempre podamos rezarlo con nuestra familia en la Fe.

Que la Virgen del Rosario y Reina de la Paz nos ayude a crecer en la fe, en la esperanza y en el amor.

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