8 De diciembre: LA INMACULADA CONCEPCIÓN
Por la belleza a Dios. María desde el principio, era hermosura viva, transparencia de la misma belleza divina. ¡ Tota pulcra ! María es la criatura toda hermosa, es el espejo sin mancha, es el ideal supremo de la perfección que en todo tiempo han tratado los artistas de reproducir en sus obras, es la mujer vestida de sol, en la que los rayos purísimos de la belleza humana se encuentran con aquellos soberanos, pero accesibles, de la belleza sobrenatural. Y ¿ por qué todo esto? Porque María es la llena de gracia, la llena del Espíritu Santo, cuya luz en ella con un resplandor incomparable.
Pues de la belleza que empalma con la belleza divina; una belleza cuya fuente brota en las profundidades del Espíritu. Belleza es igual a no pecado, no error, no desviación, belleza es igual a limpieza de corazón. Belleza es igual agracia de bien. Por eso la belleza de María es más joven que el pecado.
María es hermosa desde que fue concebida, porque era toda fruto del más grade Amor; hermosa en su alumbramiento, como aurora al nacer, hermosa cuando empezó a decir Sí, a la vida, a sus padres, al ángel, a Dios…
María es la belleza de quien lo da todo y se da del todo. Resplandece por la grandeza de su fe, por el encanto de su humildad, por la limpieza de su virginidad, por la fecundidad de su maternidad, por la fuerza de su esperanza, por el fuego de su amor.
La fiesta de la Inmaculada es un signo de esperanza, porque Ella es nuestro sueño realizado. Virgen del adviento, porque con ella sabemos que la serpiente puede ser derrotada, que el mal puede ser vencido, que las promesas empiezan a cumplirse. María Inmaculada es una brecha en el mundo del mal.
Hermanas Carmelitas
