MIRARNOS DESDE DIOS
(Santa Teresa de Jesús)
«Es cosa importante este conocernos, que no querría en ello hubiese jamás relación, por subidas que estéis en los cielos; pues, mientras estamos en esta tierra, no haya cosa que más nos importe que la humildad. Y a mi parecer jamás nos acabamos de conocer, si no procuramos conocer a Dios; mirando su grandeza, acudamos a nuestra bajeza y, mirando su limpieza, veremos nuestra suciedad; considerando su humildad, veremos cuán lejos estamos de ser humildes. Hay dos ganancias de esto: la primera, está claro que parece cosa blanca muy más blanca cabe la negra y, y al contrario, la negra cabe blanca; la segunda es porque nuestro entendimiento y voluntad se hace más noble y más aparejado para todo bien tratando a vueltas de sí con Dios; y, nunca salimos de nuestro cieno de miserias, es mucho inconveniente. Metidos siempre en la miseria de nuestra tierra, nunca el corriente saldrá de cieno de temores, de pusilanimidad y cobardía; de mirar si me miran, no me miran; si, yendo por este camino, me sucederá mal; si osaré comenzar aquella obra; si será soberbia…Por eso os digo hijas, que pongamos los ojos en Cristo nuestro Bien, y allí deprenderemos la verdadera humildad, y en sus santos, y ennoblecerse ha el entendimiento (1ª Moradas)
Teresa nos invita a estar atentos al paso de Dios por nuestra vida, para despertarnos a amarle. Habla desde su propia vivencia: «miren lo que ha hecho conmigo, que primero me cansé de ofenderle que su Majestad dejó de perdonarme. Nunca se cansa de dar ni se puede agotar sus misericordias. No nos cansemos de recibir. Y desde la convicción de su paso no es una excepción: Mirad que convida el Señor a todos( Camino)
Tomad conciencia de lo que Dios va haciendo en la propia vida, mirar la propia realidad con sinceridad, y desde Cristo. Todo esto da lucidez para discernir como Dios va haciendo camino a nuestro lado, y va tejiendo, con nosotros, nuestra historia. Cuando la referencia es Cristo, la vida se hace camino y se llena de esperanza.
Hermanas Carmelitas
