La oración del pobre sube hasta Dios
Este domingo 17 de noviembre, la Parroquia de Nuestra Señora de la Paz celebra unida a la Iglesia universal la Jornada Mundial de los Pobres. Bajo el lema de este año 2024, “La oración del pobre sube hasta Dios”, la Iglesia nos invita a reflexionar y a actuar en favor de aquellos que viven en situación de pobreza y exclusión.
En su mensaje para esta jornada, el Papa Francisco nos exhorta a «hacer nuestra la oración de los pobres y rezar con ellos», señalando que la falta de atención espiritual es «la peor discriminación que sufren» las personas en situación de exclusión. Esta es una llamada a la acción pastoral, una invitación a alimentar nuestra comunidad y a acoger este desafío con el corazón abierto.
El Papa nos recuerda que «la inmensa mayoría de los pobres tiene una especial apertura a la fe; necesitan a Dios y no podemos dejar de ofrecerles su amistad, su bendición, su Palabra, la celebración de los Sacramentos y la propuesta de un camino de crecimiento y de maduración en la fe». Esto significa que nuestra opción preferencial por los pobres debe traducirse en una atención religiosa privilegiada y prioritaria.
El Santo Padre también nos recuerda a aquellos que sufren la pobreza y la exclusión que Dios no se olvida de ellos. “Dios está atento a cada uno de vosotros y está a su lado. No los olvida ni podría hacerlo nunca”. Todos hemos tenido la experiencia de una oración que parece quedar sin respuesta. A veces pedimos ser liberados de una miseria que nos hace sufrir y nos humilla, y puede parecer que Dios no escucha nuestra invocación. Pero “el silencio de Dios no es distracción de nuestros sufrimientos; más bien, custodia una palabra que pide ser escuchada con confianza, abandonándonos a Él y a su voluntad”.
La idea de impulsar esta Jornada surgió el 13 de noviembre de 2016, durante el cierre del Año de la Misericordia, cuando el Papa Francisco celebraba el Jubileo dedicado a las personas marginadas en la Basílica de San Pedro. De manera espontánea, expresó su deseo: «quisiera que hoy fuera la Jornada de los Pobres». Desde entonces, esta jornada se celebra en torno a esa fecha.
La Jornada Mundial de los Pobres es una oportunidad pastoral que invita a los creyentes a escuchar la oración de los pobres y a tomar conciencia de su presencia y necesidad. El Papa considera esta jornada como una ocasión propicia “para llevar a cabo iniciativas que ayuden concretamente a los pobres, y también para reconocer y apoyar a tantos voluntarios que se dedican con pasión a los más necesitados”.
Con objeto de animar la celebración de esta Jornada, la CEE y Cáritas han preparado diversos materiales para su uso en todas las diócesis, parroquias, comunidades, movimientos, asociaciones e instituciones de la Iglesia. Esta convocatoria es una nueva oportunidad para reflexionar sobre cómo dar una respuesta adecuada que lleve alivio y paz a tantas personas dejadas a merced de la incertidumbre y la precariedad.
Orar juntos, abrir ventanas a Dios, escuchar lo que nos inspira a través de los hermanos, dar gracias y pedir, fortalece la fraternidad y da sentido a la misión. Que este domingo, nuestra comunidad se una en oración y acción, siendo reflejo del amor y la misericordia de Dios para con los más necesitados.