EL PRIMER ENCUENTRO DE TERESA DE JESÚS CON JESUCRISTO.
El hallazgo de Jesús, como Dios que ha salido a su encuentro, coincidió con el despertar de su pubertad (V3,6)y supuso para ella el comienzo de una religiosidad adulta, Empezó a entender toda su existencia como relación – oración la llamaría ella (V, 4,7) Sus primeros años son vistos por ella como si fuera una nueva creación de Dios, donde todo era bueno (V1).Pero en seguida también le alcanzó la tentación y es entonces cuando Jesús la comenzó a llamar.
Preguntándose por el sentido de su vida, y contemplando a Jesús, creyó que la mejor respuesta a su amor era consagrarse enteramente a Él, aunque para ello tuviera que hacerse gran violencia (V4,1 )Y así su primera decisión sería fue por Cristo, haciéndose Carmelita.
Teresa comenzó a vivir su religiosidad como encuentro con Jesús: «Procuraba – dice- lo más que podía traer a Jesucristo, nuestro Bien y Señor dentro de mí presente, ésta era mi manera de oración: si pensaba en algún paso ( pasaje de los Evangelios ) lo representaba en lo interior. Poco a poco se comenzó a establecer relación entre ambos que Teresa la entendía como una amistad muy profunda. La comunicación ya no sólo se daba en la oración, se extendía a la vida entera. Orar para ella era algo muy precioso: tratar de amistad estando muchas veces tratando a solas (V 8,5 )
La amistad en Él la envuelve de tal manera que no solo la siente como relación un tú que la ama entrañablemente sino también quien por dentro la llena de vida, la inhabita, la sustenta y es alguien que invade todo su ser.
Hermanas Carmelitas
