Rincón Carmelitano

DE UNA CARTA DE SANTA ISABEL DE LA TRINIDAD

( Carmelita )

Nos habla de su experiencia de ser carmelita: » Una carmelita querida mía, es un alma que ha contemplado al divino Crucificado, que ha visto ofrecerse como víctima a su Padre por las almas y reflexionando a la luz de esa gran visión de la caridad de Cristo, ha comprendido la pasión de amor de su alma y se ha entregado como El. En la montaña del Carmelo, sumergida en el silencio, en la soledad y en una oración ininterrumpida, pues se prolonga a través de todos sus actos, la carmelita vive ya como en el cielo, solamente de Dios. Ese mismo Dios que será un día su felicidad y la saciará plenamente en la gloria, se le entrega ya en este mundo. Nunca la abandona y habita dentro de su alma. Aún más; los dos son Uno. Por eso, la Carmelita está hambrienta de silencio para escuchar siempre y penetrar cada vez más en su Ser infinito. Está identificada con Aquel que es su amor. Le encuentra en todas partes y descubre su irradiación divina en todas las cosas.»

Ese cielo lo podemos ya tener en la tierra si tenemos a Dios en nuestra alma.

Hermanas Carmelitas

 

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