CAMINAR JUNTOS CON ÉL
No son tiempos fáciles los que vivimos, pero hoy más que nunca debemos caminar juntos con Él. A todos nos preocupa la situación de alarma que vivimos a causa de la pandemia por el coronavirus, en este momento difícil para todos, como dice el Papa Francisco, es un momento para la esperanza. Esperanza que se transmite en cada persona que pone su grano de arena para que, juntos, superemos esta crisis.
Es una preciosidad descubrir la multitud de iniciativas que desde las Diócesis se están organizando para hacer más fructíferos estos días, – y no me refiero a subirme al tejado de la iglesia con el Santísimo- , tanto desde la oración como desde la ilusión, el ánimo y el apoyo a los más vulnerables en estos momentos. Os invito a participar en la medida de vuestras posibilidades en todas aquellas en las que podáis. Y en especial os animo a seguir colaborando, con prudencia, en las distintas iniciativas solidarias que han puesto en marcha Caritas y otras instituciones, pues la caridad no está en cuarentena. En nuestro caso aquí en Villar, seguimos haciéndonos presente ante el sufrimiento de las familias más desfavorecidas a través del reparto de alimento de Caritas. La Caridad no está en cuarentena, no podemos dejar ahora de ayudar y acompañar a aquellos que de normal ya tienen necesidades, máxime ahora con el parón que nos toca vivir.
Para los jóvenes, los niños y niñas este es un momento desafiante, recordad que vuestro trabajo sigue siendo vuestros estudios, que no debéis descuidar. Pero nos gustaría disfrutar de vuestra alegría y creatividad, os animamos a participar de la eucaristía de 12:30 todos los Domingos. Ya sé que me veis, Y YO A VOSOTROS, en vuestros sitios de costumbre y me llena de alegría, pero además ahora habrá que dedicar como os dije el otro día, más tiempo a Jesús…
En esta cuarentena la vida social, se paraliza, pero no la asociativa que continua de forma creativa, puede ser momento de seguir con nuestra formación, intercambiando materiales, compartir lecturas e ideas de reflexión cultural, religiosa…. En estos días, hemos descubierto que nuestra vida no depende de la agenda y las reuniones que tenemos. Puede ser un momento maravilloso para trabajar en nuestro ser, ser personal y ser espiritual. Disfrutemos de la compañía de las personas con las que convivimos. Disfrutemos de la familia. Hagamos realidad la iglesia doméstica, en dónde la familia unida reza y se pone en la presencia de Dios cada día.
Os admiro a todos por la dedicación y el esfuerzo tan grande que estáis haciendo quedándoos en vuestras casas….Os doy las gracias a todos por la responsabilidad como ciudadanos en estos momentos difíciles. Y por la responsabilidad como Creyentes, pues la oración y la eucaristía me hacen sentir muy cercano a todos. Una comunidad unida en la fe y la oración. Esto nos mantiene fuertes.
Nos unimos a la oración de la Iglesia cada día, en especialmente por los más pobres y vulnerables en estos momentos. Le pedimos a nuestra madre la Virgen de la Paz, ella que tanto sufrió a los pies de la Cruz, que nos lleve al Señor para pedirle por todos nuestros hermanos fallecidos para que sean acogidos en sus brazos misericordiosos, por todos los que están enfermos y por sus familias. Para pedirle y agradecerle la labor de tantos hombres y mujeres que velan para que todos podamos estar un poco mejor: los que velan porque tengamos cubiertas nuestras necesidades básicas, los profesionales sanitarios, las fuerzas del orden y todas las personas que de forma anónima contribuyen en alguna medida a afrontar esta crisis.
Estamos en camino a la Pascua, no perdamos de vista el horizonte… la Resurrección, nuestra Esperanza. Unidos en Cristo, caminando con Él, llevemos a nuestro mundo el amor y la misericordia de Dios.
Vuestro Párroco
Raúl García