Rincón Carmelitano

 IR CONTIGO, JESÚS

 Jesús no es fácil ir contigo en esta hora. Se te ve solo, débil, entristecido. ¿Quién quiere juntarse a un fracasado cuando se ponen feas las cosas? Hasta tus amigos, te niegan, te abandonan. ¿Siempre ha de ser así? ¿Que a los más débiles se le acumule el peso encima ? Pero Tú sigues poniendo a mor en el camino. No vuelves la vista atrás. nunca te gustó hacerlo. ¿En qué fuente bebes para no abandonar? ¿Qué fuerza te sostiene en tanta debilidad? ¿Por qué sigues apostando por mí ?

Afrontas la noche celebrando con los tuyos una cena. ¿Cómo es posible? Renuevas tu amistad en tu pan partido, entregado. Nadie te quita la vida, la das tú, la sigue dando. Los enemigos tienen contadas tus horas, pero tú continúas amando. No das a nadie por perdido, tampoco a mí.

  Siempre te gustó mirar con detenimiento  a la gente, sin dar a nadie por pedido; como si quisieras descubrir tu imagen en los más hondo de cada ser humano. Ahora miras a Pedro por dentro. Conoces sus miedos. Ves a Judas, oscurecido, arrastrado por el vértigo de la nada. Me ves a mí, venido tantas veces abajo. Nos ves a cada uno. acojo tu mirada como una oportunidad de encontrarme contigo. Me detengo ante ti. Mientras, tu bebes el cáliz hasta la última gota.

  ¿Seré capaz de dejarme cautivar?  ¿seré capaz de decirte que sí en este día ? Me atrevo a confiar en ti, Jesús. Pongo tu herida de amor en mis heridas. Digo sí a tu Evangelio, acogido por entero. Digo sí a tu proyecto de recrear, a fuerza de amor, a la humanidad. Digo sí al Padre y al Espíritu Santo levantando contigo al ser humano destruido. Te digo sí a ti, Jesús, fiel hasta el final.

  HERMANAS CARMELITAS

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