EL AMOR QUE NOS TUVO Y NOS TIENE ( SANTA TERESA)
«¡Oh Señor del cielo y de la tierra, que es posible que, aun estando en esta vida mortal, se pueda gozar de vos con particular amistad! ¡ Y que tan a las claras lo diga el Espíritu Santo en estas palabras ( y que aún no lo queramos entender) qué son los regalos con que tratáis con la almas en estos Cánticos! (sobre el cantar sobre los cantar de los cantares) ! ¡Qué de caminos, por qué de maneras, por qué de modos nos demostráis el amor! Con trabajos, con muerte tan áspera, con tormentos, sufriendo cada día injurias y perdonando. no sólo con esto, sino con unas palabras tan heridoras para el alma que os ama, que la decís en estos Cánticos y la enseñáis que os diga. Pues Señor mío, no os pido otra cosa en esta vida, sino que me beséis con beso de vuestra boca, y que sea de manera que, aunque yo me quiera apartar de esta amistad y unión, esté siempre señor de mi vida, sujeta mi voluntad a no salir de la vuestra»…( meditación 3 )
Teresa de Jesús es testigo de un Dios enamorado de cada ser humano. Su amor alcanza a todos, pero no de forma abstracta y general, sino personal para cada uno, («hasta los cabellos de vuestra cabeza están contados») Y ésta que es experiencia personal, la encuentra, confirmada en el Cantar de los Cantares.
Teresa nos invita acercarnos a Dios con la confianza de sabernos amados así, a ir tomando conciencia de este amos. en este sentido, nos llama a meditar lo que significa la Encarnación: Dios ha asumido nuestra realidad humana, se ha unido a nosotros, para compartir su vida con nosotros. Y cómo en la Eucaristía Cristo nos entrega su propia persona y su vida, para que sea nuestro alimento. Por eso también nos llama a recibir este Sacramento con fe viva, abriéndonos a ese amor siempre mayor de lo que sabemos decir. Con amor y fe viva nos invita acercarnos cada día a la Eucaristía de donde nos vienen todos lo bienes que necesitamos para vivir como verdaderos cristianos.
HERMANAS CARMELITAS
