Editorial

¿PARA QUÉ? Al finalizar el confinamiento, al reabrir los templos, una de las medidas de seguridad que debíamos adoptar era asegurar una distancia de dos metros entre personas. Con este fin, señalé en los bancos los lugares donde las personas se debían sentar para guardar esa distancia. Una persona se sentó en un lugar no señalado y, cuando le dije…