Rincón Carmelitano
							¡ACOSTUMBRAOS, ACOSTUMBRAOS! MIRAD… QUE YO SÉ QUE PODÉIS! » Os confieso que nunca supe qué cosa era rezar con satisfacción hasta que el Señor me enseñó este modo…esta costumbre de recogimiento dentro de mí, quien lo quiera adquirir no se canse de acostumbrarse a señorearse poco a poco de sí mismo, que es aprovecharse de sus sentidos para lo interior….













