Rincón Carmelitano
SED Y LA FUENTE «¡Oh piadoso y amoroso Señor de mi alma; también decís vos: venid a mí todos los que tenéis sed, que yo os daré a beber ( Jn 7, 37 ) Pues ¿Cómo puede de tener gran sed el que está ardiendo en vivas llamas en la codicias de estas cosas miserables de la tierra? Hay grandísima necesidad…