Dejémonos ampara por María.
Como bien sabemos, este domingo es la fiesta de la Virgen de los Desamparados. Será una celebración atípica, como lo están siendo todas las fiestas, sin traslado ni procesión, pero no por eso le debe faltar a la Virgen nuestra cercanía filial, nuestra confianza en su amparo. Realmente esta pandemia mundial nos ha puesto a todos en una cierta situación de desamparo, pues tenemos que pelear contra un enemigo invisible.
Por eso es bueno recurrir con mucha confianza a su amparo y protección, pues su Hijo Resucitado es el Señor de la Historia, y no se le puede escapar de las manos. Sabe guiarla con sabiduría infinita para nuestro mayor bien. El nos da a María, tan cercana y tan Madre, para ayuda en nuestra necesidades: MADRE DE LOS DESAMPARADOS.. En nuestros miedos del presente y de cara al futuro, pongámoslos en las manos de María, que puede y quiere ampararnos, cuidarnos, atendernos con solicitud maternal.
Santa Teresa de Jesús tuvo una visión muy hermosa :»Ví a Nuestra Señora durante el canto de la Salve en el coro y con su manto parecía ampararnos a todas» .
Y el miércoles es la Virgen de Fátima. Si la de los Desamparados nos brinda su amparo, en Fátima nos pide «que le ayudemos para poder ayudarnos» mediante el rezo del Rosario, sobre todo. Si es algo tan bueno dejarnos ayudar por María, es algo también estupendo… ¡poder ayudar a la Virgen!; no es autosuficiente María, y nos pide nuestra ayuda para poder convertir a tanta gente despistada como hay por ahí.
Dejémonos amparar por María, y ayudémosla para que pueda amparar a los que no saben o quieren pedírselo.
Hermanas Carmelitas