Rincón Carmelitano

LA ASUNCIÓN DE MARÍA

Celebramos, como ya muy bien sabéis, la Asunción de María en cuerpo y alma a los cielos. Es la titular de nuestra Parroquia. Por eso la celebramos de manera especial, aunque este año todo será muy sobrio, como ya explicó don Raul.

Es la fiesta de la Madre. Una Madre inmensamente solícita de nuestro bien. Quiere y puede ayudarnos, y…¡lo necesitamos tanto el que más y el que menos!. El año litúrgico está entreverado de fiestas de la Virgen para que no se nos olvide. La Asunción es la culminación de la vida de María: está en el cielo en cuerpo y alma. Ese cuerpo que engendró, alimentó, vistió, acaricio a Jesús. A nosotros no nos quiere menos que a El, pues somos, como dice san Pablo «el cuerpo de Cristo». Quiere hacer con cada uno lo que hizo con El, si nos prestamos a ello. Nos quiere enseñar, cuidar, curar, consolar; todo lo que necesitamos en nuestra fragilidad; ¡que no hará por nosotros si le tendemos los brazos con confianza total!

Santa Teresita quedó huérfana de madre a los 4 años, entonces tomó por madre a su hermana Paulina, pero esta se fue al Carmelo dejando a Teresa nuevamente huérfana a sus 10 años. El siquismo de Teresa no lo pudo soportar y se le apoderó una enfermedad nerviosa que le privaba del uso de la razón. Su familia oró intensamente a la Virgen. Teresita fijó su mirada en una imagen de Ella, y María le sonrió con su inmenso amor de Madre. Esto bastó para curar a la niña. La doble herida de su horfandad, quedó instantáneamente sanada por esa sonrisa materna.

Cuando nos sintamos mal, seguramente puede aliviarnos ponernos ante una imagen de María y creer que a nosotros también nos sonríe, aunque no lo percibamos con los sentidos; y con esa sonrisa nos dice»¡ánimo, yo soy tu madre y estoy contigo!

¡¡¡FELICES FIESTAS!!!

Hermanas Carmelitas

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