Editorial

UNA DESPEDIDA SIN ABRAZOS

Hay un famoso contertulio experto en economía que siempre se despide de la siguiente forma: “abrazos virtuales y entusiasmo a raudales”. Pues bien, desgraciadamente esa va a ser nuestra despedida, darnos muchos abrazos virtuales y deseándonos lo mejor unos a otros.

Se me hace MUY EXTRAÑO sentarme cara el ordenador a escribir estas líneas, sabiendo que son las últimas que os escribiré en el editorial de la HP. Por cierto, cuatro años han dado para tantos y tantos editoriales…no se a vosotros, pero a mi me han servido muchas veces para exprimirme y sacar lo mejor de mí mismo queriendo compartir con todos este espacio muchas veces muy personal, otras más litúrgico, otras más homilético…pero siempre buscando el bien y el crecimiento de todos, también el mío personal.

El título de este editorial he de deciros que me duele muchísimo. Los españoles somos muy cariñosos y muy de manifestar y exteriorizar nuestros sentimientos y el dichoso virus nos va a quitar el gusto de despedirnos como toca. Pero, tampoco nos podemos quejar por esto, no debemos, peor lo tienen las miles de personas que ni pudieron abrazar a sus seres queridos que ya nunca podrán abrazar, nosotros, en cambio, si Dios nos lo permite antes o después nos daremos los besos y abrazos que ahora dejamos en el tintero. A todos nos apetece besarnos y abrazarnos, sentir la cercanía de la persona que quieres y que dejarás de ver tan a menudo…pero no podrá ser así, por eso, todos esos abrazos y besos os los mando a través de estas palabras. Abrazos y besos dirigidos a todos vosotros sin distinción. Los que estáis más, los que estáis menos, para todos, porque yo os he querido, os quiero y os querré a todos. Todo Villar del Arzobispo estará siempre en mi corazón, debéis saber bien que me siento un villarenco más, por muchos motivos, pero quizá el principal y primero sea por uno de los mejores regalos que me llevo de Villar, que es su devoción a María Reina de la Paz. También por la devoción a San Roque, máxime en los últimos meses de la pandemia con su presencia e intercesión constante, nunca renunciéis a estas profundas raíces religiosas.

Creo y puedo decir con cierta felicidad que he vivido con intensidad parroquia y pueblo, quizá no a partes iguales, porque si algo tiene este pueblo de Villar del Arzobispo es una parroquia, una comunidad parroquial MUY VIVA. Muchas personas presentes en todos los ámbitos de la vida social del pueblo y eso engrandece todavía más si cabe a nuestra parroquia. No cambiéis nunca. Seguir siendo igual de acogedores, igual de bona gent como diría nuestro San Vicent y sobretodo esa iglesia acogedora dónde todos tienen cabida. Seguir siendo esa parroquia abierta, dónde todos tienen cabida. La parroquia debe ser esa familia dónde todos se sienten acogidos y dónde nadie se siente excluido. Creo que lo he repetido muchas veces, sobretodo alguna vez que hemos acogido personas que quizá no solían frecuentar la parroquia: ¡ESTA ES VUESTRA CASA! Y esa debe ser la realidad de la iglesia que camina en Villar del Arzobispo. Una comunidad dónde todos se sienten en casa, dónde todos cuentan y dónde todos se sienten importantes. Somos muchos, pero todavía podríamos ser más. Animaros a formar parte de tan hermosa familia. Vivir la fe juntos nos hace más fuertes y más felices. Aquellos que no estáis en grupos de la parroquia…busca tu lugar, trabajar para la viña del Señor es todo ganancia.

Dos cosas más para terminar: Dar gracias a Dios cada día por la Comunidad de Carmelitas Descalzas, son una bendición para nuestro pueblo. Rezar para que tengan vocaciones! Y por último, quiero teneros presentes a todos los enfermos e impedidos. Me habéis dado más que yo a vosotros, no lo dudéis. Gracias por la despedida que me habéis dado, veros a todos en estos últimos días a sido triste por un lado, porque os quiero, pero por otro lado muy gratificante por tanto cariño recibido. Rezaré por todos vosotros cada día.

A TODO VILLAR DEL ARZOBISPO, OS QUIERO Y OS QUERRÉ SIEMPRE. CON MI BENDICIÓN +

Raúl García Adán

Comentarios cerrados.