SAN JUAN DE LA CRUZ
Dentro de poco celebraremos la fiesta de San Juan de la Cruz; el más santo de los poetas y el más poeta de los santos, por eso es patrono de los poetas de lengua hispana. Haciendo honor a este título os ofrecemos algún fragmento de un largo romance que tiene sobre la Trinidad, y en el cual se habla de la Encarnación del Verbo en términos muy bellos:
«El Padre con amor tierno / de esta manera decía: / – Ya ves ,Hijo, que a tu esposa / a tu imagen hecho había, / y en lo que a tí se parece / contigo bien convenía; / pero difiere en la carne, / que en tu simple ser no había. / En los amores perfectos / esta ley se requería, / que se haga semejante / el amante a quien quería, / que la mayor semejanza / más deleite contenía; / el cual, sin duda, en tu esposa / grandemente crecería / si te viere semejante / en la carne que tenía. / -Mi voluntad es la tuya / – el Hijo le respondía -, / y la gloria que yo tengo / es tu voluntad ser mía; / y a mí me conviene, Padre, / lo que tu Alteza decía, / porque por esta manera / tu bondad más se vería / veráse tu gran potencia, / justicia y sabiduría; / irélo a decir al mundo / y noticia le daría / de tu belleza y dulzura / y de tu soberanía. / Iré a buscar a mi esposa, / y sobre mí tomaría / sus fatigas y trabajos, / en que tanto padescía; / y porque vida ella tenga / yo por ella moriría, / y sacándola del lago, / a tí te la volvería.»
Los romances estaban compuestos de versos cortos que fácilmente pudieran los juglares recitar de memoria. Juan de la Cruz, juglar a lo divino, toma este estilo en su romance, que en la sencillez de su estilo, tiene una gran profundidad teológica. Os lo recomendamos para vuestros ratos de oración en este Adviento.
Hermanas Carmelitas