Rincón Carmelitano

SAN JUAN DE LA CRUZ

Y el martes ya es la fiesta de San Juan de la Cruz. Os enviamos el último fragmento del romance de la Trinidad:

«Ya que era llegado el tiempo / en que de nacer había,/ así como desposado / de su tálamo salía / abrazado con su esposa, / que en sus brazos la traía; / al cual la graciosa Madre / en un pesebre ponía / entre unos animales / que a la sazón allí había. / Los hombres decían cantares, / los ángeles melodía, / festejando el desposorio / que entre tales dos había.»

Nos dice Juan de la Cruz que el seno de María es ese tálamo en el que Dios se desposa con la humanidad. Jesús es el Esposo de la Igesia, de la que formamos parte por el Bautismo. Si es verdad que la vida consagrada refleja esto de una forma especial, no lo es menos que todo bautizado está desposado con Cristo. Así como a los que se casan se les dice que serán una sola carne, asi con Jesús, formamos con El un sólo Cuerpo, una sola carne. Para el bautizado no existe soltería ni viudedad: el Esposo es El que jamás defrauda, ni abandona, ni muere.

Hermanas Carmelitas

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