EL BUEN PASTOR
Este domingo del Buen Pastor se celebra la jornada por las vocaciones al sacerdocio y la vida consagrada. Es importante para la Iglesia que sigan surgiendo estas vocaciones. Dios sigue llamando, pidamos que haya oidos atentos para responder generosamente a esta llamada.
Os transmitimos el testimonio de Santa Isabel de la Trinidad. Se sentía llamada al Carmelo, pero su madre no quería por nada del mundo a pesar de ser una fervorosa creyente. Un día le propusieron para su hija un matrimonio muy «ventajoso», según las costumbres de la época. Se lo dijo a su hija con entusiasmo. Escribe Isabel en su diario :
«Muy lejos estaba yo de pensar en semejantes cosas. Mas ¡qué indiferente me ha dejado una proposición tan seductora! en el fondo de mi corazón oigo la voz de mi Amado que me dice : «Esposa mía, ¿con que renuncias los goces de la tierra por seguirme? tras de mis huellas tendrás que soportar el sufrimiento, pero también ¡qué dulzuras más divinas, que goces más inefables hago gustar en medio de la tribulación!. La parte que te he inspirado que escojas es, sin duda, la más hermosa. Preciso es que te ame con un amor muy grande para haberte reservado este honor. ¡Oh, gracias infinitas por haber tenido la dignación de escoger una criatura tan miserable como yo. Soy toda vuestra, sólo os pido que esforcéis mi debilidad, porque sin Vos, sería capaz de todas las bajezas.
Cuando mi madre me indicó que reflexionase, le contesté que mi respuesta sería la misma entonces que a los ocho días. Me dijo : hubiera sido una tranquilidad para mí, pero el Señor dispone otra cosa, cúmplase su voluntad»
Los obstáculos vocacionales del siglo pasado: renunciar a formar una familia, dejar a los padres…hoy quizá son otros, pero nunca es fácil la determinación. Oremos para que los que el Señor llama ahora sean generosos y valientes para seguir la llamada.
Hermanas Carmelitas
