LA FIESTA DE LA VIRGEN DEL CARMEN
El viernes celebraremos (D.M.), la Virgen del Carmen.
Nos podemos preguntar, ¿por qué tantas advocaciones marianas, si sólo hay una Virgen María?. Pues entre otras varias razones, una es poder expresar mejor su inmensa acción maternal, su gran misión con nosotros. Hay advocaciones que expresan aspectos particulares de esta acción, como estas que nos son tan queridas y cercanas , Virgen de los Desamparados o de la Paz, otras toman el nombre de la localidad donde se encuentran. La Virgen del Carmen toma el nombre local, pues como ya muy bien sabéis, su culto comenzó en el Monte Carmelo, y sobre el aspecto que se le atribuye en su acción maternal, ¡pues se lleva la palma! porque acompaña a sus hijos no sólo en esta vida, sino también después de la muerte, hasta dejarlos en los brazos del Padre.
A Ella se la llama la Reina del Purgatorio, porque tiene la misión de aliviar a los que se encuentran en este estado de purificación, y de abreviarles este tiempo si confiadamente se lo pedimos. Hay personas que están durante años cuidando con toda solicitud a sus mayores, y cuando se van, piensan ¡misión cumplida, hice todo lo que pude!. Pues aún podemos seguir ayudándoles mediante nuestra oración por ellos, sobre todo a la Virgen del Carmen,¡qué hermoso sería si el día de su fiesta se quedara vacío el Purgatorio, todos al Cielo!. El Señor le dijo a Santa Teresa que cuando se celebraba en la Iglesia la fiesta de un santo, El concedía todo lo que se le pidiera por su intercesión en ese día; ¡cuánto más hará con su Madre!.
Se dice: «La Virgen del Carmen protege en la vida, acompaña en la muerte, y salva después de la muerte». Sabemos bien que es Jesucristo nuestro único Salvador, pero seguramente entre la Madre y el Hijo hay una relación como la que se manifestó en las bodas de Caná. El llevar el escapulario nos recuerda esta protección de la Virgen; cada vez que rezamos el Ave- María pedimos «ruega por nosotros ahora y en la hora de la muerte», y después, aunque los que se van entran en el silencio y el Misterio de Dios, allí está Ella con su acción maternal.
Hermanas Carmelitas