Rincón Carmelitano

LA PASCUAL DE NUESTRA SEÑORA

El domingo que viene celebraremos una fiesta muy entrañable de la Virgen : su Asunción al Cielo en cuerpo y alma. «La Pascua de Nuestra Señora» como la llamaba el padre Jesús Castellano, muy devoto de esta fiesta.

Acompañamos a María en los dolores de la Pasión; ahora la queremos acompañar en el gozo infinito de su encuentro definitivo con el Hijo; ¿Os imagináis que abrazo se darían?, y cómo la presentaría al Padre…Es sano entretenerse en esos pensamientos, puesto que algo semejante es lo que va a acontecernos a nosotros. Ojalá que María en esta fiesta suya nos aumente el deseo del Gran Encuentro, como Ella lo debía experimentar en los años que pasó en la tierra sin Jesús presente físicamente.

Merece la pena prepararse para esta fiesta, pedir al Espíritu Santo que nos disponga para que no se nos pase casi de vacío. Dice un salmo: «Abre la boca que te la llene». Si la mantenemos cerrada sin ganas de lo de allá…pues con lo de acá nos quedaremos, y aunque no sea malo ¡es tan poquita cosa y tan efímero todo!.

Cada fiesta de la Iglesia es una invitación y una oportunidad de enriquecer y fortalecer nuestra fe, y ahora se nos ofrece ésta tan gozosa. El dogma de la Asunción es el último declarado por la Iglesia, en el 1950, es el «nuestro». El pueblo de Dios lo pedía con insistencia, y a pesar de que no tiene un fundamento bíblico tan claro, por ejemplo como el de la maternidad divina , el Papa Pío XII lo declaró como dogma de fe.

Hermanas Carmelitas

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