ADVIENTO: Pensar y gestar un mundo abierto
Llevando en su seno
su carga divina
la Madre del Verbo
a Belén camina.
! Qué grande el misterio
de la peregrina
que, Virgen y madre,
camina, camina,
llevando en silencio
su carga divina!
El peso infinito
de un Dios creador
que vino a los suyos
y nadie le abrió,
en su frágil cuerpo
entero habitó…
¡¿Quién hará ligera
la carga de un Dios?!
¡¿Quién Virgen María,
¡¿quién, sino el AMOR?!
Estamos en la última semana del adviento, démonos prisa
para tener nuestro corazón limpio y vacío, y abierto
para acoger Jesús que llama a puerta, no se la cerremos
como hicieron; sino vivamos en oración, esperando su venida
al que viene a salvarnos.
Hermanas Carmelitas