Rincón Carmelitano

ORAR ANTE EL BELÉN

   El el hermoso signo del pesebre, tan estimado por el pueblo cristiano, causa siempre asombro y admiración. La representación del acontecimiento del Nacimiento de Jesús equivale a anunciar el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios con sencillez y alegría. El belén en efecto, es como un evangelio vivo, que surge de las páginas de la Sagrada Escritura. La contemplación de la escena de Navidad, nos invita aponernos espiritualmente en camino, atraídos por la humildad de aquel que se ha hecho hombre para encontrar a cada  hombre. Y descubrirnos que él nos ama hasta el punto de unirse a nosotros, para que también nosotros podamos unirnos a ÉL.

   ¿ Por qué el belén suscita tanto asombro y nos conmueve? En primer lugar, porque manifiesta la ternura de Dios. Él, el Creador del universo, se abaja a nuestra pequeñez .El don de la vida, siempre misterio para  nosotros, nos cautiva aún más viendo que aquel que nació de María es la fuente y protección de cada vida. En Jesús, el Padre nos ha dado un hermano que viene a buscarnos cuando estamos desorientados y perdemos el rumbo; un amigo fiel que siempre está cerca de nosotros; nos ha dado a su Hijo que nos perdona y nos levanta del pecado.

  Señor Jesús, carne de nuestra carne, hermano e hijo nuestro, el corazón se conmueve viéndote tan pequeño… Te has hecho a nuestra medida; frágil, pobre y hambriento. Te pones en nuestras manos, sin marcha atrás, sin arrepentimiento. ¡ Qué locura de amor, qué ciego enamoramiento! ¡Te has hecho tan pequeñito, tan indefenso te siento! Pero aquí está nuestro regazo para acogerte sin miedo.  Tú ensancharás la medida de nuestro corazón estrecho, para que quepa el hermano, para amar sin fingimiento. Para que no quede solo en deseos el amor que quema dentro, para que renazca la vida no se nos apague el fuego…

 Que la Navidad, no sea un pretexto para alejarnos de Dios,  dándole más importancia, y poniendo nuestro corazón en las cosas que pasan…La Navidad es Jesucristo, sin Jesucristo, NO hay Navidad, sería como un rio sin agua, por tanto que Cristo entre en nuestros corazones, que entre en nuestras vidas, entonces podemos decir que estamos viviendo la Natividad de Jesús.

 !  OS DESAMOS A TODOS, UNA SANTA Y GOZOSA NAVIDAD¡

            ¡ Feliz Navidad!

HERMANAS CARMELITAS

Comentarios cerrados.