JESÚS ES LA PUERTA POR LA QUE HEMOS DE ENTRAR
La relación que establece Teresa con Dios tiene como objeto central de referencia a la persona de Jesucristo. Jesús va a ser la imagen de Dios a quien busca, pero también será en quien Teresa reconozca su verdadera identidad – espejo , morada principal, camino, verdad, dechado…Y para adentrarnos en la experiencia de Jesús en la vida de Santa Teresa, ella nos lo cuenta en el libro de su vida 22 y en 6M 7
La experiencia paulina de Gal 2, 20: «Es cristo quien vive en mí» vivida por Teresa le va dando la certeza de que este Jesús es presencia, compañía, maestro que enseña, mira…,
La contemplación de Cristo, concretamente la hermosura de su humanidad, en Teresa. Un corazón con hambre y sed de amistad que vive en la dispersión de amores hasta que se centra en el amigo verdadero: » Con tan buen amigo presente, con tan buen capitán que se puso en lo primero en el padecer, todo se puede sufrir; es ayuda y da esfuerzo, nunca falla es amigo verdadero ( V.22,6 )
«Tratar con Él como con padre, y como hermano, y como señor, y como esposo…que Él os enseñará lo que habéis de hacer para contentarle (C28,3)
A Teresa de Jesús le dolían los desprecios que Jesús sufrió mientras vivió entre nosotros por parte de los judíos, pero también por los desprecios que se le siguen haciendo a través de los tiempos, como sucedió en sus días por parte de los protestantes que la hicieron exclamar: ¡Oh, Redentor mío que no puede mi corazón llegar aquí sin fatigarse mucho! ¿Qué es esto de los cristianos? ¿Siempre ha de ser de ellos los que más os fatiguen? A los que mejores obras les hacéis, los que más os deben, a los que escogéis para vuestros amigos, entre los andáis y os comunicáis por los sacramentos, no estáis harto Señor de mi alma de los tormentos que os dieron los judíos»?
De los escritos de Santa Teresa, ella vivía muy intensamente los sufrideros que Jesús pasó, y nos invita a que le acompañemos, de una manera especial en este tiempo, final de la cuaresma.
HERMANAS CARMELITAS