MI IDEAL CONSISTE EN SER ALABANZA DE SU GLORIA
(Isabel de la Trinidad)
Quisiera consolar a mi divino maestro permaneciendo en constante unión con Él. Mi ideal consiste en ser alabanza de su gloria. Lo he leído en San Pablo (Ef. 1,12) mi divino Esposo me ha dado ha entender que esta es mi vocación desde el destierro, en espera de ir a cantar el Sanctus eterno en la ciudad de los Santos. Pero esto requiere gran fidelidad. Ser alabanza de gloria exige estar muerta a cuanto no sea El pera vibrar sólo a impulsos de su toque divino. Y la miserable Isabel hace algunas jugadas a su Maestro. Pero El como Padre cariñoso la perdona. Su divina mirada la purifica. Y ella siguiendo el ejemplo de San Pablo, procura olvidar lo de atrás y lanzarse a lo que tiene delante. Cómo se siente la necesidad de santificarse y olvidarse para estar al servicio de la Iglesia.
¡ Qué sublime es la misión de una Carmelita! Tiene que ser mediadora con Jesucristo. Tiene que ser para El como una humanidad suplementaria donde pueda perpetuar su vida de reparación, de sacrificios, de alabanza y de adoración y que no abuse de las gracias que El me concede ¡Oh! quisiera estar a la altura de mi vocación y que no abuse de las gracias que El me concede. Qué miedo me infunde este pensamiento… Pero me arrojo, entonces, en su brazos a quien san Juan llama el Fiel, el Veraz. Yo soy suya y El es mí…»
HERMANAS CARMELITAS