ADVIENTO TIEMPO DE ESPERA, DE PREPARAR NUESTROS CORAZONES PARA LA VENIDA DE NUESTRO SALVADOR
Estad preparados… velad (Mateo 24, 37-449)
Dios permanece fiel a través de las pruebas dela historia. La oración está estrechamente vinculada a la vigilancia. Es hora de levantarse y orar. Cuando vivimos atentos, es más fácil descubrir el paso de Dios.
Comienza el adviento con la Virgen María; Ella lleva en su corazón toda la esperanza de Dios. Más allá de todo lo que se pasa y se muda, siéntese en la manos amorosas de Dios. Este mundo lleno de contradicciones, sigue siendo el mundo que Dios ama. «Su amor nos precede siempre, nos acompaña y permanece junto a nosotros a pesar de nuestro pecado.» (Papa Francisco)
Vuelve los ojos a Jesús, camino y meta de tu peregrinación, belleza de tu esperanza; él siempre espera. Si sientes junto a ti su mano amorosa, el Adviento será un tiempo que permitirá alcanzar tu ser más verdadero. La oración te ayudará a desentrañar la presencia de Jesús que se acerca y trae la alegría.
Percibe el empuje del Espíritu. Con su cercanía de amigo, te empuja a ir más allá de tus incertidumbres. Él es experto en suscitar esperanza en el aquí y ahora. Tu momento presente es digno recipiente de gracias gratuita y solidaria.
Oh, Señor y Dios mío!, ¿Quién te buscará con amor puro y sencillo que te deje hallar muy a su gusto y voluntad, pues que tú muestras primero y sales al encuentro de los que te desean? (San Juan de la Cruz)
HERMANAS CARMELITAS