Rincon Carmelitano

25 de diciembre Natividad del Señor.

 «A cuantos le recibieron, les da poder para ser hijos de Dios. Estos no ha nacido de sangre, ni de mor carnal, ni de amor humano, sino de Dios» (Jn 1,1-18)

   Hoy ya sabes a qué sabe nuestra tierra, hoy compartes mi pobreza y mi dolor. Olvidaste que eras Dios omnipotente, y te has hecho tan pequeño como yo.

Es un día muy bonito para dirigirnos a María, estar con Ella, y participar de su gozo y alegría…

 María, déjame hoy orar junto a ti. Dios en tu regazo es mío. Dios pequeño, tan pequeño como tú y como yo. Dios dormido. Dios sediento. Dios con hambre. Dios sostenido en tus brazos y los míos. Madre, quiero comprender, acoger, dejar que Jesús pueda nacer dentro de mí. Recibir a Jesús, para poder llegar a ser hijo de Dios. Y Jesús todo en mi vida. Madre, que nada ni nadie nos pueda separar de este Dios tan pequeño que hoy se nos ha regalado. Que nuestro amor hacia él crezca como la espuma danzarina entre las olas del mar. Solamente él nos baste en esta vida. Contemplarlo, amarlo sobre todas las cosas, escucharlo, abandonarnos en su regazo. Su voluntad bendita siempre sobre la mía, por encima de la mía.

 Jesús mi TODO, mi pan y mi vino, Jesús, amigo que caldearás los rincones tan frío de mi vida. Jesús, esa mano que me bendecirá cuando yo esté sin fuerzas y sin alegría, Jesús, Jesús…Madre, ¡qué estrechas las palabras para gritar al mundo lo que Jesús es para mí! el, mi felicidad, mi gozo cumplido. Jesús, mi salud, y el cielo al que espero llegar un día. Madre que todos los hombres reciban a Jesús.

¡¡¡feliz navidad!!!

HEMANAS CARMELITAS

Comentarios cerrados.