Editorial

El misterio de la adoración de los reyes y la tradición en España

La fiesta de la Epifanía del Señor, que celebramos el 6 de enero, nos invita a contemplar el misterio de la manifestación de Jesucristo como el Hijo de Dios y el Salvador del mundo. Los protagonistas de esta fiesta son los Reyes Magos, que vinieron de Oriente guiados por una estrella para adorar al Niño Dios y ofrecerle sus dones de oro, incienso y mirra.

¿Quiénes eran los Reyes Magos?

El evangelio de san Mateo es el único que nos habla de estos personajes, a los que llama «magos» (Mt 2,1-12). No nos dice sus nombres, ni que fueran reyes, ni que fueran tres. Estos detalles se han añadido posteriormente por la tradición cristiana, basándose en algunos textos del Antiguo Testamento y en los evangelios apócrifos.

El término «mago» se debe entender como un sabio o un astrólogo, que conocía los secretos de la naturaleza y el movimiento de los astros. Estos magos representan a los pueblos paganos que buscaban la verdad y que fueron llamados por Dios a reconocer a Jesús como el Mesías.

La tradición occidental les ha dado los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar, y les ha atribuido un origen étnico y geográfico diverso, simbolizando la universalidad de la salvación. Así, Melchor sería de raza blanca y procedente de Europa, Gaspar de raza amarilla y procedente de Asia, y Baltasar de raza negra y procedente de África.

La tradición también les ha asignado un significado simbólico a los regalos que ofrecieron al Niño Jesús: el oro expresa su realeza, el incienso su divinidad y la mirra su humanidad y su pasión.

¿Qué significa la adoración de los Reyes Magos?

La adoración de los Reyes Magos es un acontecimiento que revela la identidad y la misión de Jesucristo. Él es el Rey de los judíos, que ha nacido en Belén según las profecías, pero también es el Rey de todas las naciones, que acuden a rendirle homenaje. Él es el Hijo de Dios, que se ha hecho hombre por amor, y que es adorado como el Señor del universo. Jesucristo es el Salvador, que ha venido a liberarnos del pecado y de la muerte, y que acepta la mirra como signo de su futura pasión.

La adoración de los Reyes Magos también es un modelo para nuestra fe y nuestra vida cristiana. Los magos nos enseñan a buscar a Dios con sinceridad y a seguir su luz, que es su Palabra. Nos instruyen para reconocer a Jesús en los signos humildes y sencillos, como el pesebre y la estrella. Nos educan a postrarnos ante Él con reverencia y a ofrecerle lo mejor de nosotros mismos, nuestros dones y nuestras vidas.

La fiesta de los Reyes Magos es una de las más queridas y esperadas por los niños en Villar del Arzobispo que reciben sus regalos en la mañana del 6 de enero. La noche anterior, los niños escriben sus cartas a los Reyes Magos, en las que les piden sus deseos y les cuentan cómo se han portado durante el año. Los niños también preparan un poco de agua y comida para los camellos de los Reyes, y un vaso de leche y algo de turrón para los propios Reyes.

La mañana del 6 de enero, los niños se levantan temprano y corren al salón, donde encuentran sus zapatos llenos de regalos o de carbón, según se hayan portado bien o mal. Los niños abren sus regalos con ilusión y los comparten con sus hermanos y sus padres.

La fiesta de los Reyes Magos es una ocasión para celebrar la alegría y la esperanza que nos trae Jesucristo, el verdadero Rey y Señor de nuestras vidas.

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