Rincon Carmelitano

14 DE FEBRERO, MIÉRCOLES DE CENIZA.

SE PUSO JUNTO A MÍ, LO LIBRARÉ (Salmo 90)

 Cuatro son las dimensiones señaladas por el Papa para vivir este camino cuaresmal: oración diaria, dar testimonio, leer el Evangelio y practicar cada día la caridad. Y cuatro son las decisiones que conlleva: ponerse junto al Señor para alcanzar la libertad en esta cuaresma, leer el Evangelio, aproximarse a los pobres y educarse para la libertad de corazón.

 Ponerse junto al Señor es una fórmula de compromiso, es dejarse atraer y atrapar, entrar en su órbita de gravitación. Dejarse conducir y mover por Él. Comprometerse llamamos a esto: firmar un documento sin saber lo que se escribirá más tarde; lo único firmado es: te libraré, pero no  sabiendo cómo será. Ponerse junto al Señor es ponerse  a caminar con Él. ¡Juntos andemos Señor!

 Si enfocamos la Cuaresma como tiempo favorable, ya tenemos buen trecho avanzado: nos disponemos a recorrerla con fe y esperanza junto a Cristo y en Cristo.

La duración de la cuarenta días, número bíblico y número de días que pasó Jesús en el desierto antes de su misión pública, la podemos  traducir en tiempo favorable.

  Cada cuaresma tiene su identidad propia si la vivimos con motivación . Tiempo de ahondamiento purificador, reflexión y conversión cristiana para pasar a resucitar con Él a una vida nueva.

Comenzamos con polvo y ceniza, para culminarla en resucitados.

  Oración: Como tú Cristo, quiero  tener las respuestas rápidas que tuviste cuando te asediaba la tentación. «no solo de pan vive el hombre», «Al Señor, tu Dios adorarás y a él solo darás culto». «No tentarás al Señor, tu Dios» A ti, Padre mío, te suplico, como nos enseñó tu Hijo: No nos dejes caer en la tentación. Que tu Palabra sea mi alimento para fortalecerme en la tentación.

    HERMANAS CARMELITAS

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