15 DE OCTUBRE SANTA TERESA DE JESÚS VIRGEN Y DOCTORA DE LA IGLESIA LA CRUZ:
La cruz entra conscientemente en la vida de Teresa con «la muy determinada determinación» de no cesar en el camino hasta llegar a beber la vida que promete Jesucristo. Ella, ha entendido que, si por el camino de Cristo han de ir los que le siguen, ha de ser tomando su cruz, y estar clavados a la cruz en que Cristo vivió toda su vida; que no es otro llamamiento a los que le quieran seguir que, tomar la cruz, cada cual la suya, y vivir en ella, como Él hasta la muerte y muerte de cruz. Teresa de Jesús experimenta que el abrazar la propia cruz. aceptar con humildad la propia miseria, con determinación, es el principio de la conversión y de la vida; que muchos «por no abrazarla al principio nunca acaban de acabar» . Y en esa determinación está la voluntad de querer identificarse con Jesús, de ayudarle a llevar la cruz y no dejarle caer con ella completando en nuestro cuerpo – según San Pablo -lo que falta a la pasión de Cristo. Pero es entonces ocurre un trueque maravilloso: que la fuerza de Dios se manifiesta en lo débil, que nuestra carga es la Suya «suave» y «ligera», porque el mismo Señor nos la lleva, que Él pagó, aún es esta vida, es del ciento por uno, por el servicio tan solo de querer su voluntad una con la de Dios, voluntad , que, aunque nos ha de llevar mediante trabajos, dolores, injurias, persecuciones y ¡cruz! a la muerte, nos da la seguridad de una promesa de Vida eterna, que ya gozamos en esperanza de fe.
Hermanas Carmelitas


