Rincón Carmelitano

EL CORPUS CHRISTI

Este domingo celebramos una fiesta bien entrañable para todo cristiano:¡El Corpus Christi!

Queremos compartir con vosotros un texto muy hermoso de un hermano carmelita que del judaismo se convirtió al catolicismo por el impacto extraordinario que recibió al entrar en una iglesia en la que se estaba celebrando la Eucaristía:

«Jesucristo, hoy día es la sagrada Eucaristía.¿Es posible pronunciar esta palabra sin sentir como la dulzura de la miel en los labios, como un fuego ardiente en las venas? Estoy extraviado, se me hace estrella; estoy triste, me regocija, estoy solo viene a morar conmigo; estoy en la ignorancia, me instruye y me ilumina; tengo frío, me calienta con un fuego penetrante; me siento débil, y Jesús es el pan de los fuertes; me hallo pobre, y Jesús se hace casa; tengo hambre y sed y Jesús se hace pan y vino; me siento enfermo, y Jesús se extiende como un ungüento precioso sobre mi alma; necesito ofrecer a Dios un holocausto que le sea agradable, y Jesús se hace víctima; me hallo perseguido y Jesús se hace coraza para defenderme. Pero más que todo lo dicho, necesito amor, y ningún amor de la tierra había podido contentar mi corazón y es entonces, sobre todo, cuando se hace Eucaristía; y me ama, y su amor me satisface, me sacia, me llena por entero, me absorbe y me sumerge en un océano de caridad y de embriaguez. Sí, ¡amo a la Eucaristía. Esta mañana en el altar, ha venido, se me ha entregado, lo tengo, lo poseo, lo adoro, en mi mano se ha encarnado. ¡Felicidad soberana! Me embriaga, me enciende en hoguera abrasadora; es mi Enmanuel, es mi amor, es mi Eucaristía»

Que el padre Hermann nos alcance celebrar esta fiesta con ese fuego que a él le quemaba las entrañas.

Hermanas Carmelitas

Comentarios cerrados.