Editorial

UNA PARROQUIA UNIDA, ALEGRE Y MISIONERA. SIGNO DE SANTIDAD PARA UN NUEVO CURSO.

Queridos hermanos y hermanas en Cristo:

Con alegría y gratitud os saludamos al inicio de este nuevo curso pastoral, que nos ofrece una nueva oportunidad de crecer en la fe, en la esperanza y en el amor. Dios nos llama a todos a ser sus colaboradores en la construcción de su reino, y nos da su gracia y su Espíritu para que podamos cumplir nuestra misión.

En este inicio de curso, la buena noticia que nos ilumina, nos presenta la parábola de los trabajadores de la viña, que reciben el mismo salario independientemente de la hora a la que se incorporan a la tarea. Esta parábola nos enseña que Dios es generoso y misericordioso con todos, y que nos invita a participar en su obra sin importar el momento o las circunstancias.

No importa si somos jóvenes o mayores, si tenemos mucha o poca experiencia, si somos ricos o pobres, si somos fuertes o débiles. Lo que importa es que respondamos a la llamada de Dios con generosidad y confianza, sabiendo que él nos ama y nos valora por lo que somos. Como dice san Pablo: “Dios ha escogido lo débil del mundo” como signo en medio de su pueblo.

En nuestra parroquia hay muchos grupos y actividades donde podéis encontrar vuestro lugar y vuestra misión: catequesis, liturgia, caritas, pastoral juvenil, pastoral familiar, coro, etc. Os animamos a que os informéis y os apuntéis al grupo que más os guste o os interese. También podéis proponer nuevas iniciativas o proyectos que creáis que pueden enriquecer la vida parroquial.

No os quedéis en casa, venid a la parroquia y compartid vuestra fe, vuestra esperanza y vuestro amor con los demás. Juntos haremos crecer el reino de Dios en Villar del Arzobispo.

¡Os esperamos!

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