Rincón Carmelitano

.Continuamos con la carta de Tersa de los Andes, a su padre. » Papá, no me negará el permiso. La Santísima Virgen será mi abogada. Ella sabrá mejor que yo hacerle comprender que la vida de oración y penitencia que deseo abrazar, siendo carmelita, encierra para mí todo el ideal de felicidad en esta vida, y la que me asegurará la de la eterna felicidad….